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jueves, 28 de mayo de 2020

Ranking de las mejores series 2020

 

Tenemos la guía perfecta para que te planifiques tus maratones de series en 2020. Empezamos con un ranking de las que más nos han gustado por ahora y seguimos con las fechas de estreno de las apuestas más potentes de Netflix, HBO, Movistar, Amazon Prime Video.


Abrimos nuestras mentes seriéfilas a todo lo que nos está ofreciendo 2020 en estos cuatro primeros meses. Un arranque de década que puede albergar la explosión definitiva de la ficción española, con títulos como Patria, La línea invisible, Dime quién soy, El Cid, además de la continuación de ÉLITE y de la casa de papel. A nivel internacional se presenta un año totalmente abierto, sin ningún título que a priori vaya a tener fácil el liderar esta lista que va a estar viva hasta el último día de 2020.

Empezamos con un RANKING que se irá ampliando según vayan cayendo títulos, seguimos con el CALENDARIO DE ESTRENOS de las plataformas más vistas y ante la incertidumbre de estrenos ya clásica de TVE, Mediaset y Atresmedia. Y terminamos con un LIMBO de series que ya están disponibles pero que no han entrado en nuestro ranking de las mejores porque nos han dejado fríos o porque no nos ha dado la vida para verlas.

 

30 - Valeria (Netflix)



Netflix propone una adaptación con más vocación feminista de las novelas de Elísabet Benavent, En los zapatos de Valeria, sobre los problemas cotidianos de una joven escritora y sus tres mejores amigas. La sombra alargada de Sexo en Nueva York cae sobre una trama muy ligera y colorista que acierta al colocar la sexualidad femenina en el centro de la discusión, pero hace aguas por esa banalidad asfixiante propia de la era de Instagram y por unos diálogos tirando a bochornosos. Atrevida en lo sexual pero tan cuqui que se atraganta.

29. Locke & Key (Netflix)


Se agudiza la moda de las antologías de terror, muy apañadas para las nuevas formas de consumo televisivo, y Netflix espera dar la sorpresa con esta basada en las novelas gráficas de Joe Hill y Gabriel Rodríguez. Las llaves del título sirven para encerrar o liberar fantasmas, conectar con otras realidades… El problema es que el aquelarre no termina de funcionar ni por la parte del terror (de hecho es bastante infantiloide), ni por la parte del drama familiar (los traumas son muy obvios) ni por la parte de la fantasía gótica que palpita en el cómic original. A medio camino de todo eso, y con La maldición de Hill House como excesivo referente, esta primera temporada se queda como una serie más o menos entretenida, bien rodada y totalmente prescindible.

28. Hunters (Amazon Prime Video)


Un sí pero no de libro. ¿O un no pero sí? En esa línea nos debatimos tras ver los primeros capítulos de la gran apuesta de Amazon para este inicio de año, con Al pacino  como líder de una banda de cazadores de nazis que escaparon de la justicia, y que en la serie están tejiendo redes en la sombra para aupar un cuarto Reich en Estados Unidos. El showrunner es nada menos que Jordan Peele, el cómico que ha revitalizado el cine de terror gracias a títulos como Déjame salir o Nosotros, y su mano se nota sobre todo en la inesperada violencia extrema con toques tarantinianos. Con todo, la serie flojea por varios costados, pero se salva porque no se toma del todo en serio a sí misma, más cerca de un Código Da Vinci conspiranoico que de una crítica real a las cloacas del sistema. Pacino se queda en poco más que un reclamo, hasta el punto de que su personaje interesa más cuando se cuenta su juventud en Auschwitz (con otro actor, que esto no es El irlandés). Pincha por las inconsistencias y coge aire por las salvajadas.

27. Drácula (Netflix)


Se nota mucho la mano de los creadores de Sherlock en esta versión del clásico de Bram Stoker. Aplican el formato de tres episodios de hora y media para tres historias semi independientes y algo irregulares: la primera atrapa por su clasicismo barroco con sus flashazos de terror hasta gore y por el magnetismo de los protagonistas –el nivel de los actores es BBC, los otros productores–; la segunda tiende al naufragio…; y la tercera es más ambiciosa en el sentido de que trata de darle un giro al mito del vampiro, pero el desenlace es lo peor de toda la serie.

26. Esta mierda me supera (Netflix)


Si no existiera The End of the Fing World, esta serie ocuparía un lugar más relevante en la lista. Pero existe, y encima es del mismo creador, guionista y director. Y ese hecho hace que toda la aparente originalidad narrativa millennial y estética vintage de esta serie se perciba como una copia. La parte sobrenatural apunta a Stranger Things, el brote visceral conecta con Carrie… Son demasiadas referencias para 7 capítulos de unos 20 minutos. Dicho esto, el magnetismo de la protagonista, Sophie Lillis (si te suena es por It), da coherencia y entidad a esta 'superdramedia' adolescente con todo a favor para triunfar a nivel de visualizaciones.

25. La casa de las flores, temporada final (Netflix)


La tercera es la última entrega de una serie que ha revolucionado en género culebronero con buenas dosis autoparódicas y algunos personajes, sobre todo el de Cecilia Suárez, que han logrado la categoría de iconos. Incluso quien entró en su particular humor percibió desgaste en la segunda temporada… La tercera, con esa trama paralela asentada en un flashback al México de los setenta, mantiene esos puntazos que encantarán a los seguidores más fieles, pero la sensación de que la trama se ha estirado sin necesidad es inevitable.


24. El embarcadero, temporada 2 (Movistar+)


La primera temporada fue una de las sorpresas positivas del año pasado porque, pese a su evidente irregularidad, contenía hallazgos dramáticos muy interesantes al estilo The Affair. La segunda se lanza a una acción mucho más explícita, con las dos mujeres que comparten marido muerto completamente desatadas (además de juntas y revueltas) para conocer qué se esconde detrás de un asesinato que destapó la realidad de sus vidas. Mantiene el encanto visual de esa Albufera idealizada, pero por el camino del thriller pierde su esencia y se vuelve más prescindible, sobre todo porque demasiadas escenas resultan inverosímiles.

23. El visitante (HBO)



¿Haz imaginado un año sin una serie basada en alguna novela de Stephen King? La primera de este año parte de una de sus últimas novelas, sobre un profesor y entrenador de béisbol acusado de asesinar y violar a un niño de 11 años: el lugar del crimen está lleno de sus huellas y ADN pero hay pruebas irrefutables de que estaba en otro lugar en el momento del crimen. A su favor está el guion del creador de The Night Of que, me agacho que vienen collejas, mejora y corrige fallos del material de King al dar más peso a los personajes. Todo a través de un formato de aparente true crimen que se va tiñendo de la inevitable parte sobrenatural con una sutileza y unos matices muy poco habituales en estos territorios.

22. Freud (Netflix)


Freud no es un biopic al uso sobre la figura del padre del psicoanálisis, sino que funciona casi más como un thriller con ecos victorianos al estilo de El alienista o Penny Dreadful. Y eso es bueno y el malo, lo positivo es que los 8 capítulos tienen un ritmo cuidado que engancha con un pulso adulto y, por momentos, bastante atrevido; lo negativo es que respira ese aire de coproducción europea, que siempre adolecen de alma y concreción creativa. Mejor de lo que parecía pero tampoco para perder la cabeza. Psicología, magia, locura y también brujas como los taltos.

21. Élite, temporada 3 (Netflix)


El final de curso para la mayoría de los protagonistas de Élite es la fiesta que nos merecemos. Una fiesta de perreo y chuches con sorpresa, no te vayas a poner estupendo. Es verdad que la estructura de interrogatorios y flashbacks es calcada a la primera temporada, que siguen dando vueltas en círculos al caso del asesinato… Pero lo importante, lo que nos hace estar living durante los ocho capítulos, son esos diálogos a veces muy brutos, el punto autoparódico perfectamente medido, la conexión total entre actores y personajes… Y, por encima de todo, esa fuerza desprejuiciada y a favor de la diversidad que inflama toda la serie. Es verdad que de la primera a la segunda temporada hubo una gran evolución y esta tercera ha dado un par de pasos atrás pero, para cuando te das cuenta de eso, ya la has gozado.

20. Mesías (Netflix)


Netflix vuelve a poner el tema religioso en sus plegarias, esta vez en tono de thriller conspiranoico. Es como una versión del segundo advenimiento del hijo de Dios desde el punto de vista mediático y de los servicios de inteligencia de Estados Unidos: ¿cómo reaccionaría el mundo si apareciera un personaje muy similar a Jesús en mitad de los conflictos de Palestina? A esa pregunta responden los 10 capítulos, al principio con despliegue de medios y grandilocuencia, después con mucho tino al introducir a este nuevos Mesías en el mundo de las redes sociales y los telepredicadores y, por último, con un adictivo juego de capas de identidad y grandes conspiraciones. Lo que mejor funciona es que logra plantar la semilla de la duda en el espectador durante casi toda la temporada. La narración a ratos es torpe, con un valle a mitad de temporada en el que hay que hacer un acto de fe para no abandonar, pero la recta final es trepidante. Sin entrar al comentar el final por no romper la gracia, cabe decir que no es en absoluto una obra maestra pero sí más inteligente de lo que parece de primeras.

19. La línea invisible (Movistar+)


Movistar+ se ha adelantado a HBO y su Patria para estrenar su ambiciosa serie sobre el terrorismo etarra, además con premiere en abierto. La línea invisible es la segunda producción de Mariano Barroso para la plataforma tras la excelente El día de mañana, de lo mejor que se estrenó en 2018. Aquella se ubicaba en la Barcelona de los sesenta y aquí viaja al Euskadi de la misma década, al momento exacto en que algunos dirigentes de la todavía joven ETA dieron el paso hacia la violencia y los asesinatos. Cruzan esa línea invisible actores tan interesantes como Álex Monner, Anna Castillo, Patrick Criado o Antonio de la Torre, que interpreta al inspector Melitón Manzanas. El resultado es un thriller de calidad que plantea una equidistancia que resultará difícilmente digerible para una parte de la audiencia, pero que arroja luz sobre una parte de nuestra historia, previa a la pesadilla que duró tantos años, no tan conocida como creemos.

18. La conjura contra América (HBO)


David Simon, uno de los pilares de HBO desde The Wire, se atreve con el novelón de Philip Roth, una ucronía que relata qué habría pasado si el aviador antisemita Charles Lindbergh hubiera vencido a Roosevelt en las elecciones de 1940: un Estados Unidos neutral en la Segunda Guerra Mundial en el que los judíos lo tienen crudo. Es inevitable buscar paralelismos con la administración Trump y también fantasear con las ganas de ver juntos a Winona Ryder y John Turturro como protagonistas. Ha arrancado un poco densita pero promete.

17. Run (HBO) - Capítulo por semana


Vamos a ser sinceros. Aunque Run fuera una castaña, argumentaríamos que es la mejor comedia romántica del año por una única razón: es la nueva creación de Phoebe Waller-Bridge, la artífice de Killing Eve y de esa biblia del siglo XXI que es es Fleabag. Pero es que ya desde el primer capítulo apunta a revolución en su género. Que estaba muy denostado en los últimos años porque, al menos en formato serie, cuesta mucho mantener el interés sin caer en ñoñerías o en giros y regiros culebroneros. Hay que esperar para darle su verdadera dimensión, pero por ahora nos hemos enamorado de esta extraña pareja, unida por un flechazo de juventud, emprende una huida con minitoques de thriller que estamos deseando saber a dónde nos lleva.

16. Vis a vis: El Oasis (FOX) - Capítulo por semana


¿Funciona Vis a vis fuera de la cárcel? Como un tiro. Pero es otra serie. Esas son las dos coordenadas necesarias para disfrutar de este broche final: muchos echarán de menos la estructura original y también a algunos de los personajes, pero los que sean capaces de entrar en el nuevo código, lo pueden gozar a lo bruto. El Oasis es un esmerado cóctel entre el cine de atracos a lo Ocean's 8, las road movies clásicas como Thelma&Louise y Amor a quemarropa y la violencia teñida de humor negro al estilo Tarantino. Quizá son demasiadas referencias, pero encajan bien en una actriz tan propicia para el flipamiento estético como Najwa Nimri, bien escoltada por Maggie Civantos, Itziar Castro y las nuevas delincuentes.

15. Betty (HBO) - Capítulo por semana


Algo así como un cruce entre Euphoria y el cine de Spike Lee pero en clave de buen rollo, si es que esa combinación entra en cabeza humana. Sin grandes pretensiones, Betty aporta un soplo de aire fresco con conciencia e identidad a modo de retrato generacional centrado en un grupo de skaters mayoritariamente femenino y afroamericano que buscan su sitio en el Nueva York actual. Funciona como un spin off en forma de serie de la aclamada película Skate Kitchen, de Crystal Moselle.

14. Mrs. América (HBO) - Capítulo por semana


Alfombra roja para recibir a Cate Blanchett en el mundo de las series, una de las pocas estrellas de Hollywood que aún no había dado el paso. El proyecto que ha elegido es esta historia basada en hechos reales sobre las diferentes caras del feminismo en los años 70. Interpreta a Phyllis Schlafly, conocida como "la novia de la mayoría silenciosa", una mujer conservadora que confrontaba sus ideas con las feministas más recordadas de la segunda ola como Gloria Steinem, Betty Friedan, Shirley Chisholm, Bella Abzug y Jill Ruckelshaus, las mujeres que dan nombre a cada capítulo. Además de que la producción es espléndida, acierta al colocar el punto de vista en el lado de los 'censores' para aportar una gran escala de grises a un debate que no debe dejar a nadie fuera.

13. Hollywood (Netflix)


La segunda serie de Ryan Murphy para Netflix tiene lo mejor y lo peor del último rey Midas de la televisión: como pasa en ya demasiados de sus últimos proyectos, la idea es brillante pero la ejecución está pasada de rosca en efectismo y el raccord emocional de los personajes es totalmente inestable. Hollywood deslumbra cuando conjuga ese envoltorio de maravillosa comedia romántica clásica con un fondo valiente y perturbador: por un lado es un evidente canto a la libertad contra el conservadurismo con ecos clarísimos en la actualidad y por otro es un buen meneo a la industria del entretenimiento, ya que exige compromiso y recuerda que 'la fábrica de sueños' fue construida sobre los cimientos de la prostitución, la mafia, el abuso sexual, etc. Lástima que el guion se estire sin sentido enmarañando a unos personajes que pecan de planos (en el caso del de Darren Criss es evidente) o que cambian tanto y tan rápido que la empatía desaparece.

12. Sex Education, temporada 2 (Netflix)


Aunque a nosotros la primera temporada nos pareció tan resultona como poco creíble, esta serie que podría verse como el lado luminoso de Euphoria se ha convertido en una de las 5 más vistas en Netflix España. De hecho, quizá lo mejor que tiene es su capacidad para introducir debates e información vital entre el público más joven a través de unas historias cachondas, provocadoras –casi tanto como la campaña publicitaria – y, en el fondo, muy concienciadas con problemas tan importantes para la juventud como el machismo, los abusos, las adicciones, la crisis de la familia…

11. White Lines (Netflix)


Las rayas blancas del título hacen referencia a la Ibiza más excesiva, fiestera y, también, peligrosa. Alex Pina, elevado a los altares mundiales por La casa de papel, está detrás de este thriller sobre una chica que busca la verdad sobre la desaparición de su hermano 20 años atrás en la isla. No está solo, ya que la mitad de la producción corre a cargo del equipo de The Crown. Un experimento bilingüe que vibra por la parte británica, con un humor cafre muy apetecible y un fondo sobre el 'derecho humano' a fiestear salvajemente más interesante de lo que parece, pero que cojea por la parte patria, con tendencia al culebrón deluxe poco entonado… Hasta que explota desde un monologo maravillosamente incestuoso de Conchita,  el personaje de Belén López. Pese al desequilibrio, resulta una droga de diseño suficientemente adictiva, con un meollo interior que agita al espectador. Y además da entretenimiento por un tubo. Por un tubito.

10. La casa de papel, temporada 4 (Netflix)


Segunda parte de la segunda parte de La casa de papel, tan innecesaria como disfrutable. Después de confirmarse que ha sido la serie más vista de Netflix España en 2019, se habían disparado las ganas de ver el desenlace del atraco al Banco de España. Sin entrar en spoilers criminales, podemos decir que esta temporada es buenísima en lo que es buena (a nivel de acción, adrenalina y potencia visual es una auténtica bomba) y es malísima en lo que es mala (agujeros de guion, tramas sentimentales…). Engancha como ninguna otra de la lista por ese ritmo frenético extremadamente bien ejecutado, así que a nivel de entretenimiento es un 10 rotundo.

9. Westworld, temporada 3 (HBO)


Desde el arranque de la tercera temporada, la distopía más rayante de HBO ha aprovechado el mundo de posibilidades que se le abrió cuando al final de la segunda sacó la acción del parque Westworld para llevarla al mundo 'real'. Es una decisión arriesgada porque pierde esos fuegos artificiales futuristas que atraían a una parte del público, pero logra que la historia avance y que se profundice en ese debate filosófico sobre el creador y la máquina, sobre la identidad de cada uno, que es el verdadero meollo. Los nuevos personajes, en especial el de Aaron Paul, se han presentado de una manera muy atractiva, al igual que los ya conocidos, con esa gran metáfora que es que Bernard esté trabajando en un matadero, con el deducible 'duelo interior' entre Charlotte y Dolores, cuya determinación es fuego televisivo. En función de los caminos que recorra su argumento con esencia Blade Runner (¿Qué siente un robot cuando descubre que sus creadores son capaces de usarlos para 'robar' las mentes de sus iguales?), le daremos un lugar definitivo en esta lista.

8. Unorthodox (Netflix)


Para muchos es la verdadera revelación del año, la miniserie de calidad que necesitaba Netflix para cubrir el cupo 2020 de las ficciones de verdadero interés y no solo el entretenimiento puro. Aunque el tema de la vida en las comunidades de judíos ortodoxos se ha abordado mil veces en películas y documentales, Unorthodox sobresale por la viveza, la angustia y los valores humanos que transmite la protagonista. Funciona como un tiro en los capítulos que transcurren en Williamsburg, pero la trama roza el telefilme de fin de semana cuando la acción se traslada a Berlín. En definitiva, una serie decente para los amantes de la buena televisión y perfecta para que los seres de Instagram presuman de su gusto intelectual.

7. Devs (HBO)


Con la primera serie de Alex Garland (Ex Machina, Aniquilación) pasa como con su películas: hay a quien le parecerá una rayada tostón, pero si entras en su ambiciosa propuesta de ciencia ficción con base cuántica y el dilema del determinismo humano de fondo, te atrapa hasta lo más profundo. Lo mejor de Devs, además de que a nivel visual es otro nivel, radica en la capacidad de articular esa propuesta grandilocuente y pretendidamente compleja a través de las emociones de los personajes, por lo que no resulta fría en absoluto.

6. BoJack Horseman, temporada final (Netflix)


Cuando una serie de culto se despide, casi que solo cabe hacer una pregunta: ¿el final ha estado a la altura de todo lo que nos ha ofrecido durante estos años? Estoy convencido de que la mayoría de los que se han identificado con BoJack y con su manera de lidiar la depresión, han respirado tranquilos tras ver esa última escena sobre el tejado. No es un cierre de fuegos artificiales porque no venía a cuento, pero sí un flashazo más entre el nihilismo y la esperanza, una despedida íntima que solo concierne a cada espectador, porque esa ha sido la potencia de esta serie: crear un vínculo directo entre las vivencias de los protagonistas y tú. ¿Cómo se explica que te hayas identificado con un caballo que es un famoso de Hollywood venido a menos? Amigo, esa es la magia de la mejor ficción.

5. The Mandalorian (Disney+)


El 24 de marzo fue la fecha oficial del desembarco de Disney+ en España, por lo que todo su catálogo se abre al público después de unos extraños meses con ecos piratas. The Mandalorian, el spin off de Star Wars en forma de serie, es el plato principal. Y es excelente. Sin perder nada de su identidad intergaláctica, está planteada como un western que utiliza los resortes clásicos de ese género y con una calidad asombrosa tanto en la producción como en los guiones. Y con un pequeño personaje, Baby Yoda, que se ha comido el mundo antes de que Disney le diera tiempo a explotarlo.

4. La unidad (Movistar+)


Una de las grandes sorpresas del año. El director Dani de la Torre y el guionista Alberto Marini tuvieron acceso a información privilegiada de la unidad antiterrorista que da nombre a la serie, y con ese material han armado un thriller de enorme empaque, con un ritmo milimétrico y una puesta en escena digna de un presupuesto de Hollywood, con algunas escenas de impacto que se quedan grabadas en la retina del espectador. Además han esquivado el efecto 'estrellas de Instagram' y los protagonistas están en manos de actores de Goya (Nathalie Poza, Marian Álvarez, Luis Zahera…) que dotan de humanidad y verdad a un puñado de héroes anónimos. En conclusión, un bombazo en forma de seis capítulos frenéticos que funcionan como entretenimiento de gran calidad y también como recordatorio de la fragilidad de esa sensación de seguridad en lo que a terrorismo internacional se refiere.

3. The New Pope (HBO)


Como ya ocurrió con la fascinante y controvertida rallada artística que es The Young Pope, esta serie juega en otro terreno. Ver la segunda parte de la obra de Sorrentino es una experiencia distinta a la que proporciona cualquier otra serie. Es verdad que hay más trama que en la anterior entrega, lo que favorece el ritmo de los capítulos, pero lo realmente gozoso es ir degustando los constantes hallazgos creativos a nivel de un guión que no puede ser más atrevido, de metáforas visuales, de composición de los planos… Además, el papa al que da vida John Malkovich no es tan atractivo como el de Jude Law pero sí tiene un poso más realista, lo que nos regala momentos de enorme calado, provocadores en la forma y también en lo intelectual. Y ni siquiera hemos tenido que renunciar del todo a nuestro adorado Lenny Belardo, o Pío XIII, pero ahí entramos en campo de spoilers… Solo diremos que los capítulos finales hacen un triple salto mortal de lo mundano a lo teológico y se dan un hostión glorioso.

2. Veneno (Atresplayer Premium)


Por ahora solo podemos comentar un único capítulo porque Javier Calvo y Javier Ambrossi no tuvieron tiempo de finiquitar el rodaje antes de la crisis sanitaria… Pero solo con este aperitivo ya nos han desarmado. Veneno aplica toda la frescura y el compromiso con la diversidad que son la seña de identidad de estos creadores y suma una factura técnica espléndida y un guion realmente bien armado. En lugar de contar directamente la vida de la diva trans, elige repartir el punto de vista entre una persona a la que le cambió la vida (y que escribió las memorias en que se basa la serie) y las periodistas que la lanzaron al estrellato. Y gracias a ese esqueleto y a un juego de capas temporales bien hilado, va matizando un mensaje potentísimo de reivindicación de la libertad íntima y social y también del papel de los medios de comunicación en la creación de referentes, todo con ese puntazo kitsch entre noventero y dosmilero. Todas las actrices y actores rezuman entrega, credibilidad y respeto en una trama que quizá a veces fuerza la emotividad pero que, si se ve a corazón abierto, cala muy hondo.

1. The Good Fight, temporada 4 (Movistar+) - Capítulo por semana


Quien venera esta serie desde el inicio, solo tiene que saber todo lo genial sigue al mismo nivel, con una ida de olla fabulosa en forma de distopía para arrancar temporada. Y que el órdago a la grande que esta serie le echa a la política en particular y a la sociedad actual en general sigue en pie. The Good Fight no es solo la mejor serie en formato 'tradicional' de la década, ni siquiera la mejor serie de abogados de este siglo, ni siquiera tampoco una de las mejores series de personajes que recuerdo. Es la que más y mejor se ha atrevido a meterse en el barro de la actualidad para captar la esencia verdadera de esta época trastornada que nos ha tocado vivir. Historia de la televisión.

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